sábado, 22 de agosto de 2009

stOp taLkinG: Got my Own Bukowski!


Hay todo un post anterior dedicado a explicar el siguiente. Creo que ya me sature de explicaciones racionales de corte psicoanalítico para demostrar que las diferencias con otras mujeres de mi edad son simplemente eso, diferencias. Lo que esta nena sin padre, con innombrables inseguridades y un aborto pasado trata de desentrañar, es la raíz de una culpa que siente y que no, y los conflictos que le genera, tener una historia tan trillada como la del mejor libro de Nabokov o como la de un perverso cuento de Bukoswski. Hace un tiempo ya, comparto una excelente relación de tipo sexual (pura y exclusivamente) con alguien que practicamente me triplica la edad y que tiene la historia que cualquier luchador social quisiera tener. Pasa los cincuenta con liviana facilidad cuando yo apenas dejé de pisar los veinte, tiene canas por doquier, la complexión física propia de alguien de su edad y ,la postura ideológica de quienes dejaron la vida buscando una revolución que caducó y terminan de asumirlo. Me genera conflictos estar entre las sábanas con un hombre que es mayor que mis padres y aceptarlo con esta naturalidad, sin darle ni un rincón de yapa a la incomodidad. Sobre todo porque aposté la poca dignindad y el halo de virginidad que me quedaba como secuela de cinco meses sin sexo y me llevé un premio demasiado bueno. Con "el mayor" tengo un sexo agresivo, desenfrenado, me arranca gritos desde las tripas y es de los tipos más "generosos" que conozco ( destacando su fanatismo por hacerme el mejor sexo oral en años). También puede matizar en mi cama un sexo lento con algún "te amo" y acariciar tiernamente mi piel con 37! inviernos menos de resequedad. Por minutos me ama, y yo lo amo a él, lo curioso es que nuestro intenso amor se borra con el primer orgasmo que se cruce, y sin embargo, no deja de elogiar mis tetas chiquitas, mis labios impregnados de olor a pucho y mis ojos melancólicos de pupilas gigantes. Cuando empezamos este jugueteo sexual pensé que el "estigma social" de estar cogiendo con un hombre que puede ser mi abuelo me iba a aplastar, y como para darle una pizca de sorpresa al asunto, hace tiempo, muchísimo tiempo, que no forjo este tipo de complicidad con alguien del sexo opuesto. Por eso me resulta muy cliché que me digan que lo que me falta es un tornillo. Hay veces en que los momentos post-sexo con él me ponen melancólica, porque -aunque sea poquitísima- no sé qué hacer con la contención que me da. Él dice que me voy a enamorar y que eso implicaría un fina forzado de lo nuestro. Yo todavía no pensé en eso, mejor dicho, no pensé en nada, porque sostengo que el sólo hecho de pensar acabaría con esto que no quiero terminar ahora. Unos días atrás quedamos en vernos, a la noche, temprano, porque tiene una concubina (como le dice) que lo espera hace más de treinta años. Me llevó a la habitación de un hotel, bastante amplia, con decorados chinescos y una cama roja rodeada por dos espejos bien grandes. Supongo que la recepcionista probablemente pensó que me estaba prostituyendo, porque nuestra apariencia de pareja, da para pensarlo. Entre los primeros mimos de casi dos días sin vernos, empieza a sonar el Nokia 1100, con ese ringtone poco sofisticado, adecuado para alguien de su edad, y que ya me aburre que exista porque interrumpe todos, absolutamente TODOS nuestros escapes. -"Yo soy así, tengo que atender" Él ES así, y TIENE que atender. Siempre es "gente importante", nunca la familia, además tengo prohibido hablar de ese tema. Lo único que sé es que hasta los hijos son grandes al lado mío. Yo soy la pendeja, la que lleva al hotel, la que visita en la casa, a la que no le da besos en la ciudad vieja desértica a la madrugada porque es peligroso. Corta después de unos minutos que para mí fueron como una hora, se vuelve a la cama roja y me pide perdón acariciando mis piernas mal depiladas. Me penetra despacio, como con cariño y me repite como un disco rayado, palabras que derretirían de dulzura el monitor de sólo empezar a tipearlas. Me regala un par de orgasmos y hunde media cara en mi entrepierna. Me vuelve a montar y me sigue penetrando lento, profundo y con cariño. Nos fumamos un cigarro, me acaricia y me lame por tiempo indeterminado y me lleva a casa, me da un beso corto, me trata de "tú" y me dice que le gusto, me dice que me cuide, espera que abra las dos puertas de mi edificio y se va. Así son nuestros encuentros. Y cuando abro la puerta del ascensor, ya me siento una mierda. Tengo arenas movedizas por cerebro, los ojos inyectados en sangre por el cansancio, las mejillas como saturadas de mi rubor Maybelline y los labios reventando de tanto sexo. Me fumo un porro, me compro la cena y duermo, como una nena de 21 años entre mis peluches, mi afiche de "Casablanca" y mi colcha violeta de corazones. El mayor conoce mi colcha violeta de corazones, la vaquita rosada de peluche que cuelga del ventilador de techo, mis medias con dibujitos y tiene el honor de conocer mi portaligas y parte de mi lencería erótica. También conoce algunos de mis gustos musicales, sexuales y políticos, conoce mi clítoris, la mugre de mi apartamento y una lista acotada de cosas que me aburren. Desconoce mi apellido y yo el suyo, mi aborto, mi historia familiar, el ex alcoholismo de mi madre y desconoce que cuando me dice que soy linda como un sol, no es que lleve intencionalmente mi seducción a la expresión más infantil (sacándole la lengua), sino que no se me ocurre respuesta ni adjetivo para no sentirme demasiado tonta, o mejor dicho, demasiado expuesta. Me gusta que me diga cosas y se lo digo, me gusta estar exhausta de amor y quedarme tendida al lado de él mientras con un par de dedos acaricia mi contorno, y siempre, siempre, se detiene en mis pezones. Esta es de las partes que más me gusta de nuestros encuentros clandestinos, porque es ahí que me olvido de las miles de limitaciones que tiene nuestra "relación" (por llamarle de alguna manera). No planeamos a futuro, no existe un "más adelante" y no podemos más que querernos con los límites establecidos por todos los demás que nos importan.
Just HavinG fun :)

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