sábado, 30 de mayo de 2009

Peter was murDered pOrque yo abrí mi bOca


Esa noche tenía un fuerte dolor de cabeza,trataba de dormir y era peor. Había esperado noticias de él, durante toda la tarde, y las había recibido. No eran tan cálidas pero eran noticias al fin. Decía que me extrañaba, confieso que me sonreí vagamente, que nunca le dije que yo también, y que me gustaba ese protagonismo falso que me daba en sus historias basura. Aparecía y desaparecía a su antojo, y la culpa siempre recaía sobre mí, yo la asumía, me disculpaba, y el juego empezaba de nuevo. Decidí reunirme con Augusto la tarde siguiente, aunque fuera a traer a los demás, mi intención, en realidad, era encontrarme con Peter. Lo cité en un café cerca de mi apartamento, segura de que ahí no nos íbamos a cruzar con nadie conocido que pudiera incomodarnos. Almorcé con Augusto, charlé durante la comida con Bob y luego me fui a casa con Grants. En mi living había un desorden post batalla campal, pero no pareció sorprendido, así que no fingí cortesía disculpándome en vano. Mientras los ojos del tipo se paseaban por mis muebles sin recato alguno, me fui a la cocina y puse a hervir agua para un café, y empecé a pensar que nunca sabía cuánta agua era necesaria en proporción a un café, ni cuándo cortar el chorro de agua cuando lleno la caldera. - ¿Puedo poner este cd de los Beatles? - Gritó. Pretendiendo que yo adivine de qué disco hablaba mientras me preocupaba por la proporcionalidad del chorro de agua y la taza de café post ebullición. Cuando batía el café empezó a sonar "Hapiness is a warm gun", me gustaba la canción, me apuré con las tazas, arreglé un poco la mesa, agarré dos alfajores, prendí un incienso de jazmín de los que me había regalado mi ex y cuando me pude sentar me prendí un cigarro. La ventana de mi living muestra cemento,mar y más cemento, ese es un paisaje que todavía después de un año viviendo en Ciudad Vieja no me acostumbro a ver. Yo jugaba con la ceniza de mi cigarrillo y el borde del cenicero-haciendo que esta se desprenda lentamente, mientras el cuerpo del mismo describía un armónico simple-cuando él empezó a hablar. Por el color del cielo pensé que ya serían las tres de la tarde,no le presté mucha atención. Sentí que estaba sola con él, nada más, y me dí cuenta de que en el aire había una tensión sexual que era de cartón y que en cualquier momento se iba a desarmar. Yo tenía puesta una blusa negra bastante escotada,siempre me gustaron los escotes, a pesar de que mis tetas no tienen una gran dimensión ni están cerca de ello. Comencé a sentir la mirada de Grants en mi pecho y disimuladamente escondí abajo de la remera un poco del soutien de encaje que se estaba viendo. ¿Hacía cuánto tiempo? Ni idea, posiblemente había estado sentada en el restaurante, mientras los demás podían ver la puntilla negra sobre mi piel blanca y él no había sido capaz de decirme nada. Hablamos de su banda, del que alguna vez fue su trabajo, de chicas, de algunos de los amigos que había perdido, de su familia, de la mía, de mí, y así seguimos hasta que se hizo de noche. Peter apareció tarde, e hizo catarsis vomitiva mientras yo lo oía o él suponía que lo hacía. Me acuerdo que lo hice callar por lo menos unos tres minutos cuando escuchábamos "Hey Jude", porque ya me estaba taladrando el aburrimiento y porque yo tenía una versión muy linda de la canción. Aunque subí el volumen no pudo contenerse y siguió hablando. Fue entonces que dejé de dirigirme a Augusto y le hablé a él; el cenicero estaba lleno de colillas de puchos y yo me sentía un tanto irascible, aunque no se lo quise atribuir a mi menstruación. Peter abrió muy grandes los ojos cuando le dije que no lo quería volver a oír, y mientras yo disfrutaba esa cara , lo único que dijo: - no entiendo por qué me estás diciendo esto, si yo siempre estoy para vos. No emití sonido alguno, lamento haber reído adentro. Él tenía una expresión más bien de desconcierto que era lo diferente, porque la de tristeza era algo habitual. - La verdad, estoy confundido. -Bien, confundite tranquilo, pero no me involucres. Me pudre que seas tan... beige. Esa fue la última vez que Peter apareció frente a mí. Así fue como maté al primero, sólo con mis labios.

1 comentario:

  1. Cada vez mejor, mas confuso si, pero narrado al estilo correcto, espero que sea yo el problema y la confusion de los tiempos, si, mi respeto a los Beatles (aunque prefiero a los Stones).-

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